Reposar: "nosotros negreamos para que usted duerma tranquilo"



Se trata de uno de los grupos más importantes del país, Carsa S.A., una empresa surgida en el seno mismo de la provincia. Agrupa a Red Megatone, Confina y Reposar, entre otros



Sin embargo el despido de cuatro obreros de la fábrica de colchones que el grupo tiene en Fontana dejó al desnudo un manejo laboral, que raya la ilegalidad.



La fábrica hace aproximadamente 20 días que se encuentra paralizada, y sus trabajadores acampan en la entrada. Reclaman la reincorporación de cuatro empleados despedidos violentamente: fueron retirados de sus lugares de trabajo con la policía



Con un legajo intachable, su separación de la empresa coincide con la afiliación de éstos al Sindicato de Empleados de Industrias Químicas y Petroquímicas del Chaco. Ya que hasta el momento, los obreros, pese a manipular químicos, están contenidos en el Centro de Empleados de Comercio. Sin embargo, la represalia en la que consiste estos despidos no es lo más grave que deben soportar.




La mayoría de ellos tienen algún problema de salud, que casualmente comenzaron con su incorporación en Reposar.



Afecciones respiratorias (asma, sangrado nasal, broncoespamos), problemas gastrointestinales, disminución de vista y audición, son solo algunas de las consecuencias con las que deben lidiar después de exposiciones prolongadas a químicos como Diisocianato de Tolueno; Poliol, Cloruro y TQ una sustancia a base de plomo, todas materia prima para la producción de espumas de poliuretanos.



Los 31 trabajadores que permanecen en la entrada de Reposar coincidieron en señalar que la empresa solo les provee los elementos mínimos de seguridad, no tienen botiquín de primeros auxilios y se muestran reacios a que los obreros recurran a la Aseguradora de Riesgo de Trabajo, ante algún accidente los envían a la Sala de Salud.



Además de una diferencia de más de 600 pesos en el salario básico que deben percibir por convenio, los empleados mercantiles con los empleados de las industrias químicas, las condiciones de seguridad por las que debe bregar uno y otro sindicato son diferentes, y este ejemplo lo demuestra sustancialmente.



Una fuerte presencia policial y de infantería se instaló en las inmediaciones de la fábrica de Colchones Reposar. De esta forma la intervención de la justicia en el conflicto que mantienen los obreros de la fábrica, no llegó de la forma esperada



Mientras que el juzgado laboral debe tomar una decisión por el despido de cuatro trabajadores, por haberse afiliado al Sindicato de Empleados Químicos, la fiscalía Nº 5 intimó durante la noche del lunes a los más de 30 obreros que acampan hace 15 días en la entrada de la fábrica, a liberar el paso, o de lo contrario serían desalojados a la fuerza.



La presencia policial que avizoraba el cumplimiento de la orden ocasionó una gran tensión entre los trabajadores que solo atinaron a esperar.
Poco a poco fueron llegando al lugar los abogados de ambas partes, dirigentes sociales, agentes de justicia y un mediador del Ministerio de Gobierno



Comenzaron a dialogar en rondas, yendo y viniendo de una esquina a la otra, de donde se encontraban los manifestantes hasta donde estaban los abogados de la patronal. De esta forma se iniciaron las primeras negociaciones en más de 20 días de paro.



Después de horas, la empresa se había comprometido a no despedir a ningún empleado más en forma de represalia por las medidas de fuerza, pero manifestaron en todo momento la negativa a reincorporar a los trabajadores despedidos.



Es así que los despedidos ya estaban decididos a continuar con las instancias judiciales, por lo que le a esta altura solo pretendían seguridad para los compañeros que se adhirieron a la medida de fuerza de forma solidaria.



Sin embargo la empresa pretendía avanzar en el descuento de los días de paro. En estos menesteres quedó la negociación.


































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