De campaña con el POLO OBRERO en Tirol
Aurelio Díaz reúne todas las características para ser considerado un personaje pintoresco. Sencillo y humilde, con el correr de los años mantuvo siempre una conducta coherente.
Mientras que los distintos dirigentes sociales fueron mutando, algunos convirtiéndose en funcionarios, o aliándose a quienes criticaban, otros mejorando su poder adquisitivo, Díaz sigue exactamente igual
Quizás uno de los ejemplos más recurrentes que ilustran esto es que continúa utilizando como medio de transporte su bicicleta, quizás por una elección de forma de vida que una por necesidad
Carpintero de oficio, político y referente de vocación se lo ve siempre al lado de los trabajadores defendiendo sus intereses en cuanto conflicto laboral se suscite
Elecciones tras elecciones presentó su candidatura, siempre con campañas tan austeras como el candidato mismo.
Y si bien hasta el momento los votos no lo acompañaron como para lograr un lugar representativo, quizás por que no cuentan con el “aparato” de los grandes partidos, año a año va sumando más adeptos
En esta oportunidad, como en las otras, la esperanza lo acompaña. Asegura que las encuestas que hacen los demás, que el Polo Obrero no puede costear, los favorecen con 10 a 12 puntos.
Cuando Aurelio anda por la calle se detiene cada medio metro para saludar a la gente, y a cada uno le dedica una charla de varios minutos, esa es su campaña y su forma de ser.
Les dice, que sabe que con un diputado en la legislatura provincial, él, no pueden hacer mucho, pero se asegura un veedor de los intereses de los trabajadores en este lugar; para que “los 32 tipos que toman café en su despacho se muevan”.
Visita las fábricas, y le explica a los obreros que pese a su discurso, ninguno de los candidatos oficialistas irían a pedirle sus votos, por que saben de las demandas insatisfechas que no tienen voluntad cambiar
Defensor acérrimo de la recuperación de fábricas de la mano de sus trabajadores, de la reactivación industrial, como único medio para superar la desocupación
Se lo vio al frente de la lucha de los trabajadores del frigorífico Resistencia, logrando la expropiación, ejemplo que le gustaría imitar en las plantas textiles u otras paralizadas que tiene la provincia.
Aurelio Díaz a veces se parece al Quijote de la Mancha peleando contra los molinos de viento del Capitalismo. Pero no esta solo, como Don Quijote tiene a su Sancho Panza, a Aurelio tiene a Daniel García que lo acompaña como candidato a diputado nacional en estas elecciones.
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